Los países europeos son considerados como los más seguros del mundo. Si bien es cierto que la mayoría de los destinos europeos no presentan riesgos importantes, hay un riesgo al que todos los países del mundo están expuestos: las estafas. Aunque no representan peligro para tu salud y seguridad, los carteristas pueden ser un verdadero dolor de cabeza para tu billetera y pertenencias personales. Aquí te presento algunas de las técnicas de estafa más comunes utilizadas por los carteristas europeos, para que puedas estar preparado y evitar esta frustrante situación.
Mercancía cara pero inútil Si bien no es necesariamente un robo literal, muchos vendedores ambulantes venden artículos populares para turistas en las calles a precios exorbitantes. No siempre tienen licencia para hacerlo y pueden ser MUY insistentes. Los artículos van desde palos para selfies hasta recuerdos pasando por paraguas. Por supuesto, si te atrapan bajo una lluvia torrencial y realmente necesitas un paraguas, adelante, cómpralo si realmente sientes la necesidad. Probablemente esté mal hecho y te cueste 10 €, pero si mantenerse seco vale la pena el gasto, afectará un poco menos a tu presupuesto. Aparte de casos de emergencia, te sugiero comprar esos artículos en tiendas en áreas menos turísticas para ahorrar unos euros.
Trucos no tan mágicos ¡Los carteristas pueden ser sorprendentemente innovadores y entretenidos! No es raro ver a músicos callejeros o magos actuando en las calles. Así que si te detienen mientras paseas por las calles para participar en un truco de magia, no te sorprenderá demasiado. Sin embargo, ten cuidado, muchos estafadores se esconden detrás de los artistas callejeros. Mientras estás demasiado distraído con la magia del truco, que a menudo implica que mires un objeto específico durante un tiempo o mantengas tus manos ocupadas sosteniendo algo, eres vulnerable a un robo. A menudo, el cómplice del mago aprovechará la situación y mientras no estás mirando, tomará tu billetera. Le sucedió a un amigo y a mí en una concurrida calle de Londres. Desafortunadamente para ellos, yo estaba consciente de esta estafa y mientras le pedía a mi amigo que manipulara un cierto objeto y a mí que mirara las manos de mi amigo, mantenía mi mano en mi billetera y bolso. Ni siquiera mantuve mis ojos en las manos de mi amigo porque también quería asegurarme de que la billetera de mi amigo estuviera a salvo. Sugeriría que en una situación similar, ya sea que te niegues a participar o, si no quieres perder la oportunidad de participar en un truco de magia real, entregues tus pertenencias a un amigo para que las sostenga.
¿Un poco de cambio? Hay mendigos en la mayoría de las grandes ciudades europeas. Es desgarrador ver a todas esas personas que no tienen las mismas oportunidades en la vida que otros. Lo que sucede es que muchos de ellos son estafadores. Simulan un estilo de vida o una situación en la que parecen más desafortunados de lo que suelen ser. Puede ser una persona "ciega", una madre con su hijo enfermo (es posible que haya tomado prestado al bebé de alguien, ¡quién sabe!) o incluso un niño solo en las calles. Estas situaciones pueden despertar tu lado emocional y estás listo para abrir tu billetera de par en par. No solo estás dando dinero directamente y de manera voluntaria en los bolsillos de los estafadores, sino que también estás mostrando al mundo entero dónde se encuentra tu billetera y qué hay dentro. A veces, los cómplices de los mendigos te están espiando desde lejos para robarte más tarde. Aunque parezca difícil, te sugeriría que te niegues con un "no" cortés y una sonrisa cuando te pidan dinero y que nunca muestres en medio de los centros de la ciudad ocupados dónde guardas tu efectivo. Si realmente quieres donar dinero, lleva monedas sueltas directamente en tus bolsillos para que no tengas que abrir tu billetera.
¡Di "queso"! Puede ser menos problemático en la era de los selfies en la que vivimos, pero una estafa clásica en las atracciones turísticas es el fotógrafo voluntario. Imagina esto: estás admirando el Coliseo de Roma o la Torre Eiffel con tu familia y amigos. Tienes tu costosa cámara alrededor del cuello, lista para tomar fotos hermosas, cuando un desconocido se ofrece a tomar una foto de tu familia frente a la atracción. Aceptas y mientras todos se preparan para posar, te das cuenta de que el desconocido se ha ido... ¡y tu cámara también! Esta es fácil de evitar. Nunca aceptes cuando un desconocido SE OFREZCA a tomar una foto de tu grupo. Puede ser simplemente un lugareño amable, pero lo más probable es que sea un carterista. Por supuesto, si necesitas que te saquen una foto, TÚ puedes pedirle a alguien que lo haga. Las posibilidades de que él o ella fueran carteristas esperando esta oportunidad son menores que si ofrecieran ellos mismos.
Taxi estafador Nunca puedo relajarme cuando tomo un taxi en el extranjero, porque trato de estar alerta para notar si ocurre una posible estafa. La mayoría de los viajeros tomarán al menos un taxi durante su viaje. Por lo tanto, es una de las formas más populares de robar unos euros a turistas desprevenidos. Hay muchas formas de estafar a los pasajeros de los taxis. Por ejemplo, el conductor puede tomar sigilosamente una ruta más larga para agregar unos números al medidor o puede decirle al pasajero que el medidor está roto y pedirle una cantidad costosa al llegar al destino. Antes de tomar un taxi, te sugeriría preguntar a un local o verificar en la web cuánto aproximadamente debería costar tu viaje. En cualquier situación, estarás listo para decir algo si ves que el medidor no coincide con la aproximación. Recuerda verificar cómo deben lucir los logotipos de las compañías de taxis legítimas antes de llegar. Muchas compañías de taxis falsas esperan a los turistas en los aeropuertos
Myriam Breton